Os debo la crónica y fotillos de una etapa, y antes de que se nos amontone el trabajo, ahí va:
LOPERA (JAEN)- ALMEDINILLA (CORDOBA)
Lopera, 17 de Agosto de 2014
Tengo el testigo desde el sábado 9, y ahora toca el siguiente relevo.
He quedado con Manolo (Leo) en Baena, a mitad de camino entre Lopera y Almedinilla, para desayunar y entregárselo.
Una etapa muy corta, apenas unos 45 km. para cada uno
Me levanto a las 8, me tomo un café, saco la moto y me pongo en marcha. Sin problemas llego a Baena unos minutos antes del horario previsto, paro la moto en el punto de encuentro y me dispongo a sacar la cámara para hacer unas fotillos. No había terminado de prepararme cuando oigo el ruido inconfundible de una Mercurio, era Manolo, claro.
Una coordinación y puntualidad perfecta.
Nos hacemos un par de fotillos y nos vamos a desayunar al bar de la antigua estación de tren de la vía del aceite en Luque, ahora reconvertida en Vía Verde.
Las tostadillas con aceite de la tierra, jamón y queso, estaban cojonudas.
Mientras desayunábamos, como se me había hecho más que corto el recorrido, decido acompañarlo hasta su pueblo y de camino recoger a su padre en Priego de Córdoba. A fin de cuentas, no tenía nada previsto que hacer y que mejor que pasar el día pegando "mercuriazos" p,arriba y p,abajo
Tiramos camino por una carretera preciosa, que nos lleva por el parque natural de la Subbética, hasta Priego de Córdoba. Un pueblo precioso, conjunto histórico artístico, digno de visitar. Allí otras fotillos y recogemos a Diego, padre de Manolo, que a sus 78 años nos acompañaría el resto del día a ratos con su Brío y a ratos con la Mercurio. Todo un ejemplo de vitalidad que merece una mención especial.
De Priego a Almedinilla, es un suspiro de 15 km. que hicimos sin novedad.
Ya en Almedinilla, decidimos dar unas vueltas por los alrededores y subir a unos montes donde se tienen unas vistas preciosas del pueblo y la sierra.
Almedinilla es un pueblo precioso y muy pintoresco. Hay un poblado Ibero muy importante y las ruinas de una villa romana bastante bien conservada.
En conmemoración a esta ocupación romana, hacen todos los años un "festum" que dura varios días, con mercadillo romano, comidas romanas, vestimenta romana, moneda romana acuñada en vivo y en directo y todo lo "romano" que podáis imaginar. Casualmente, estaban ahora haciéndolo y claro, había que aprovechar y tomar unas cervecillas con tapa romana, como no podía ser de otra forma.
Se nos hace medio día y Manolo se empeña en que me que me quede a comer, yo me resisto pero en el fondo soy débil y no se decir que no, así que me quedo.
Pollo asado, unos vinillos y un rato de perreo esperando que pase un poco la siesta y pongo rumbo a Lopera y de camino acompaño a Diego de vuelta a Priego.
Con muchísimo calor, pero sin ningún problema, recorro los 95 km. que me separan de casa de un tirón y ........
misión cumplida.
